Vivienda-estudio, Canet de Mar

Valor-Llimós arquitectura
28. septiembre 2019
Casa Estudio Canet, Valor-Llimós arquitectura | Foto: Simón García
Casa Estudio Canet, Valor-Llimós arquitectura | Foto: Simón García

El clima mediterráneo costero, de inviernos templados y veranos cálidos con una elevada humedad a lo largo de buena parte del año, condiciona la configuración interior y su relación con el exterior. Esto se refleja en las alturas y proporciones de los espacios interiores y sus conexiones, como las perforaciones entre las tres plantas, que lo convierten en un único volumen de tres alturas. La relación de ese continuo interior con la calle y el jardín se produce siempre a través de espacios intermedios. Patio, porche, terrazas y balcones, protegidos con filtros solares y visuales, también sirven para separar la vivienda y el estudio.

Así, el orden del proyecto está basado en las relaciones entre cualidades y usos más que entre formas o distribuciones.

Casa Estudio Canet, Valor-Llimós arquitectura | Foto: Simón García
Casa Estudio Canet, Valor-Llimós arquitectura | Foto: Simón García

Se opta por sistemas de construcción pesados como losas de hormigón y cerramientos de ladrillo macizo por su inercia térmica, que juega un papel fundamental en el funcionamiento pasivo deseado. Esta inercia permite la amortiguación y el desfase de la oscilación térmica tanto diaria como estacional, y es especialmente indicada al tratarse de un edificio con ocupación permanente como es una vivienda que incorpora el lugar de trabajo.

En cuanto a los materiales, se opta por el hormigón visto y el ladrillo sin revestir, las carpinterías de madera sin pintar, los suelos continuos de mortero y los revestimientos exteriores de corcho. Para no alterar el aspecto en bruto de los materiales se usan tratamientos superficiales como ceras, aceites o lasures incoloros. 

Casa Estudio Canet, Valor-Llimós arquitectura | Foto: Simón García
Casa Estudio Canet, Valor-Llimós arquitectura | Foto: Simón García
Casa Estudio Canet,Valor-Llimós arquitectura | Foto: Simón García

La situación entre medianeras y su orientación Este-Oeste aconseja disponer protecciones solares, como lamas verticales orientables o persianas enrollables tradicionales de madera de pino, ante todos los espacios susceptibles de captar radiación en verano. Estos filtros generan espacios intermedios, apropiados tanto como cojín térmico como para proporcionar privacidad entre los espacios interiores y exteriores o los diferentes usos, al tiempo que permiten la captación solar en invierno.

Casa Estudio Canet, Valor-Llimós arquitectura | Foto: Simón García

La altura de tres metros de las estancias facilita la estratificación del aire caliente en verano, que se elimina durante la noche mediante la ventilación que se introduce en todas las plantas a través de rejillas altas y se extrae por una chimenea solar en la última planta, lo que evita la necesidad de contar con sistemas mecánicos de aire acondicionado. 

Como soporte a este comportamiento pasivo, en invierno se opta por un suelo radiante alimentado por una máquina de aerotermia, cuyo rendimiento es muy elevado al trabajar a baja temperaturas, que proporciona confort sin calentar el aire con consumos energéticos extremadamente bajos. Este sistema también admite la circulación por el suelo de agua enfriada por la misma máquina que, combinada con la ventilación natural, proporciona el confort necesario en verano.

 

Casa Estudio Canet, Valor-Llimós arquitectura | Foto: Simón García
Casa Estudio Canet, Valor-Llimós arquitectura | Foto: Simón García

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