Nuevo tanatorio en Sants, reforma y adecuación de Xavier Ramoneda y Pau Millet

Explorar la metamorfosis de la antigua fábrica Germans Climent en Barcelona, construida por el arquitecto Modest Feu i Estrada en 1925, es una inmersión en una experiencia arquitectónica singular. Este emblemático edificio noucentiste, caracterizado por su construcción íntegra en ladrillo macizo y una distintiva cubierta de cerchas metálicas y viguetas de madera, representa un testimonio vivo de la historia industrial de la ciudad.

La propuesta de transformar este edificio —catalogado como histórico y protegido por el Ayuntamiento de Barcelona— en un tanatorio busca, por un lado, preservar su esencia original y, por otro lado, conferirle un nuevo propósito sin menoscabar su identidad. La estrategia de erigir un edificio interno, donde la nave industrial actúa como envolvente para el nuevo uso, refleja una visión audaz de conservación arquitectónica.

La disposición longitudinal de la nueva edificación, en consonancia con la estructura existente, da lugar a un corredor que funciona como una rambla, permitiendo la entrada de luz natural y sol. Este espacio conecta cuatro velatorios en el centro de la nave, mientras que en la parte posterior se encuentra un pasillo técnico que facilita el acceso a los túmulos de las salas.

La sala de ceremonias, situada al final de la nave, destaca por su doble altura, aprovechando el espacio entre las cerchas para crear un ambiente lleno de luz y solemnidad. En la entrada, ubicada en la calle Comptes de Bell-lloc, se instala un núcleo de comunicaciones redondeadas que guía hacia la planta superior donde se encuentran las oficinas y la administración.

Los velatorios, con sus trazos sinuosos y formas orgánicas, se convierten en esculturas que, aunque temporales, acogen a los usuarios de manera única. En contraste, los volúmenes geométricos de las oficinas y el cimborio de la sala de ceremonias representan formas más puras, vinculadas a la espiritualidad, logrando un equilibrio arquitectónico entre lo antiguo y lo nuevo.

La paleta de colores claros, aplicada de manera uniforme en todos los elementos nuevos, genera un contraste notable con la calidez de la madera de la cubierta original. La elección de la madera como material predominante, tanto en la estructura como en los acabados principales, responde a criterios de sostenibilidad, permitiendo la desmontabilidad de la intervención en el futuro.

Este proyecto va más allá de una simple transformación arquitectónica: eleva la arquitectura al fusionar pasado y presente de manera sobria y respetuosa. El Tanatorio en la Antigua Fábrica Germans Climent es un espacio de despedida que constituye un tributo reflexivo al legado arquitectónico de Barcelona.