Casa en Torremocha por Ignacio Borrego

Nos encontramos en la vertiente sur del puerto de montaña de Somosierra, en el Sistema Central de la península ibérica. El terreno está orientado con una fuerte pendiente hacia el sur, lo que induce al arquitecto a configurar un edificio organizado en terrazas, que da la espalda a la colina y se abre hacia el paisaje. El programa preveía un gran espacio al aire libre y un campo de deportes, posiblemente separados, que, junto con los espacios interiores de la casa, se organizan en tres niveles.

En el nivel más alto se ubica un pequeño campo de fútbol, que también permite realizar otras actividades; en el nivel intermedio se sitúan los espacios principales de la casa (salón, cocina y dormitorios) y en el nivel inferior los espacios secundarios (garaje, sala familiar y gimnasio).
Lo que más caracteriza el proyecto desde el punto de vista compositivo es la geometría diferenciada de los tres niveles. El uso de líneas inclinadas y polilíneas irregulares, que nunca se superponen en los distintos niveles, configura una volumetría extremadamente dinámica, proyectada cinéticamente hacia el horizonte del paisaje. En particular, el nivel principal de la vivienda está compuesto por tres paralelepípedos dispuestos en forma radial, como un abanico abierto hacia sur, enmarcando tres diferentes vistas del paisaje. El pronunciado voladizo de los tres volúmenes sobre el nivel inferior confiere al conjunto una poderosa plasticidad.  

Constructivamente, el edificio se resuelve con la misma sección constructiva, tanto para los muros de carga como para los forjados, de placas sándwich ligeras aislantes con capas externas de hormigón. Para las caras de las paredes hacia el exterior se ha utilizado un encofrado con una chapa grecada que confiere una textura más orgánica al envolvente del edificio. La misma chapa grecada utilizada para el encofrado se ha usado para realizar las contraventanas del nivel inferior, aumentando el aspecto monolítico de este nivel cuando estas están cerradas.