SWITCH, la renovada sede de la empresa Simon

SWITCH es el nombre que se le ha dado al renovado edificio. Hace evidentemente referencia al interruptor – símbolo de la producción de la marca – pero también al cambio cultural y de horizonte comercial que la firma quiere emprender, hacia una propuesta más amplia focalizada en los conceptos de bienestar y sostenibilidad, y a la vez acróstico de Simon, Worlwide, Innovation, Talent, Comunity, Hub, conceptos en los que se basa la identidad de la nueva sede.

El edificio fue la antigua fábrica de Simon, proyectado por el arquitecto Agustí Borrell Sensat, finalizado en 1958 y ampliado en 1964. Se trata de un edificio compacto, ubicado en un chaflán del retículo viario, perfectamente integrado en el tejido fabril del barrio del Poblenou. Su diseño es muy racional, como es habitual en un edificio industrial, caracterizado por una estructura densa y regular de hormigón armado, que se refleja en la rigurosa partitura de los huecos de la fachada y en el profundo ritmo del entrevigado de los techos de cada planta. 

El proyecto respeta la naturaleza del edificio original, la depura de todo tipo de añadidos e incluso la enfatiza eliminando elementos presentes en la versión original, tal como la pintura de la estructura y el antepecho de las ventanas. Rehabilitar fue la estrategia elegida por b720, tanto para mantener el legado histórico del edificio enriqueciendo el proyecto de contenido identitario cuanto en términos de sostenibilidad. “La permanencia es la principal estrategia de sostenibilidad de este edificio” ha declarado Femin Vazquez durante la presentación a la prensa del edificio, que consigue el sello LEED platino, la certificación WELL, calificación energética A y la certificación CRADLE TO CRADLE. 

Gran parte del trabajo lo hace el diseño del cerramiento de fachada. Un elemento aparentemente siempre igual que se inserta en el hueco rectangular entre los pilares y los forjados, pone en valor la rigurosa estructura y realiza la transición entre el exterior y el interior, la estructura y la arquitectura de interior, lo antiguo y lo nuevo. Se trata de un elemento hecho a medida, con altas prestaciones técnicas, que varían según la orientación de la fachada, y que manifiesta al exterior, a la ciudad, el nuevo edificio. Lo hace de manera muy discreta y respetuosa. El resultado es un edificio mesurado, no icónico, severo y riguroso.

En el interior el edificio confirma la imagen que comunica al exterior. El hormigón visto sigue siendo el material principal. En la planta baja – dedicada al showroom de la marca diseñado por el estudio de Toni Arola, todavía sin terminar -  destaca una escultórica escalera helicoidal revestida en acero inox vibrado, que introduce al visitante la forma curva largamente utilizada en las plantas superiores. 

El interiorismo, desarrollado por el estudio de Katty Schiebeck, consigue realizar el objetivo de configurar unos espacios con aire doméstico para favorecer el bienestar psicofísico de los 350 trabajadores que prevé el programa del edificio, y atraerlos a venir a trabajar presencialmente (gran reto para muchas empresas en la época post-covid). Lo hace a través del uso de las formas curvas y del utilizo de la madera como material principal, contrapuestos a las rígidas geometrías estereométricas de la estructura y a su hormigón visto. Para conseguir este objetivo se avale de la colaboración de la iluminación, diseñada por el estudio MMASLightind liderado por Michela Mezzavilla. Una iluminación por capas, jerarquizada y con presencia de claroscuros, el utilizo de lámparas con sistema de cambio de temperatura de color dinámico, han sido algunas de las estrategias aplicadas en el proyecto de lighting design. La iluminación de fachada, curiosamente, se realiza desde el interior, a través de luminarias RGB lineales ubicadas cerca de la fachada y visibles desde el exterior.