Renombrar para visibilizar

Ana María Álvarez
4. marzo 2024
Portada del libro “Renombrar la arqutiectura en su evolución técnica, formal y ética” de Josep Maria Montaner. © Editorial Gustavo Gili

En Renombrar la arquitectura en su evolución técnica, formal y ética, Josep Maria Montaner desafía los cánones convencionales de la historia arquitectónica, al proponer una mirada crítica que trasciende las narrativas tradicionales. Desde el inicio, Montaner insta a desmontar los cánones establecidos y destaca la importancia de considerar el contexto social en la narrativa histórica. Rompe con la lectura única del pasado al visibilizar lo ausente, desafiando el relato establecido. Ya desde el inicio, el autor nos recuerda que sin una mirada crítica hacia la historia, no hay posibilidad de construir un futuro significativo. 

En ese renombrar, Montaner rechaza la independencia de la arquitectura de lo político y de lo social, de las condiciones de la Tierra y de los seres humanos. Incluye otras maneras de trabajar, colectivas y cooperativas, más presentes en los lugares desde donde ha salido a historiografía actual de la arquitectura. “Ya no es época de teorías únicas y dominantes”.

El autor desentraña la mitificación del progreso universal del siglo XIX, cuestionando la concepción lineal del tiempo. Destaca la necesidad de revertir los mecanismos de un progreso que deja ruinas y contaminación, y advierte que solo podremos avanzar si las creaciones humanas ofrecen más a la naturaleza y la sociedad de lo que toman.

Imagen del interior del libro. © Editorial Gustavo Gili

La obra se estructura en dos partes: una en la que analiza las contribuciones arquitectónicas desde el siglo XIX hasta las vanguardias del XX; y otra en la que explora las transformaciones desde mediados del siglo XX hasta hoy. Los apartados son cortos y fáciles de leer, con un lenguaje sencillo con referencias explicadas.

El autor incorpora a artistas e intelectuales arraigados en momentos específicos de la historia, como Lina Bo Bardi, Denise Scott Brown, Sibyl Moholy-Nagy o Francisco Toledo. Destaca la expresión física de la democracia en la arquitectura, subrayando la importancia de ciudades accesibles y no excluyentes. Gaudí y Benjamin tienen, cada uno, un apartado dedicado. Destaca en Benjamin la importancia de revertir los mecanismos que conducen a la explotación social y la pérdida irreparable para la naturaleza. 

Imagen del interior del libro. © Editorial Gustavo Gili

Destina un capítulo a la decadencia en el que hace un recuento de arquitectos contemporáneos, con nombres y apellidos, con obras obsoletas y carreras en declive. El autor subraya la falta de ética de estos arquitectos en el desarrollo de proyectos superfluos, fuera de escala o repetidos, gratuitos y sin valor espacial ni estético. A esta falta se suma la incapacidad de estos arquitectos de evolucionar “en la medida que ello exige un esfuerzo continuo y constante”. Destaca la servilidad de la arquitectura a intereses financieros, criticando la complicidad con la especulación y la corrupción. Aunque critica, reconoce “que la monstruosidad del cambio o de lo imprevisto puede convertirse en una cadena imprescindible para la evolución”.

¿Qué ha faltado en el relato conocido? Según Montaner, los feminismos y el ecologismo. Y cierra el libro con “la esperanza de que una nueva relación entre teoría y práctica sea posible”. Ojalá. En la era actual, ya no es tiempo de teorías únicas y dominantes. Cierra el libro con la esperanza de una nueva relación entre teoría y práctica.

El libro termina con un epílogo en el que el autor recapitula lo que considera fundamental en este ejercicio de renombrar; incluye, además, dos índices que informan sobre la cantidad de nombres y temas que se recogen: temático y onomástico.

Imagen de la contraportada del libro. © Editorial Gustavo Gili

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