Proyecto Urbano del espacio libre de la Plaza de las Glòries

Silvia Pujalte Toledo
30. septiembre 2015
(Canòpia urbana por Agence Ter & Ana Coello. Imágen cortesía de los autores)

Desde la trama ortogonal característica del Eixample de Barcelona, fruto de un polémico concurso, pasando por el Parc del Escorxador o las transformaciones urbanas de los Juegos Olímpicos del 1992, los concursos han sido clave para definir la Barcelona de hoy. Ahora la ciudad está transformando uno de sus nodos clave: la Plaza de las Glòries, el lugar de confluencia de sus tres avenidas más importantes: la Diagonal, la Gran Vía de les Corts Catalanes y la Meridiana; y lo hace a través del concurso denominado Proyecto Urbano del Espacio Libre de la Plaza de las Glòries Catalanas de la Ciudad de Barcelona.
 
Pese a su potencial como nuevo centro de la Metrópolis según el Eixample Cerdà, la Plaza de les Glòries, nunca se ha considerado un lugar de encuentro, sino más bien un espacio fronterizo entre barrios y zonas industriales que quedaba absolutamente dominado por el coche. 
 

(Canòpia urbana por Agence Ter & Ana Coello. Imagen cortesía de los autores)

El concurso convocado por el Ayuntamiento de la ciudad en el 2013 planteaba demoler el anillo viario para convertir este lugar inhóspito en un modelo de parque plano que fomentara el transporte sostenible, maximizara el espacio verde y reordenara algunos de los iconos arquitectónicos construidos en los últimos años en la ciudad como la Torre Agbar (Jean Nouvel), el Mercat dels Encants (b720 arquitectos) o el Museo del Diseño DHUB (MBM Arquitectes).
 
Tras un gran éxito de participación con un total de 55 equipos multidisciplinares, el jurado eligió como ganador del concurso la propuesta presentada bajo el lema “Canòpia urbana” del estudio francés, Agence Ter, conjuntamente con la arquitecta catalana Ana Coello de Llobet. 
 

(Evoluciòn de las obras de demolición del tambor de la Gran Vía de Les Corts Catalanes. Vía El Periódico)

En el proyecto “Canòpia urbana”, la vegetación juega un papel fundamental ya que sirve para definir los espacios a nivel urbanístico, organizando un gran hub de trasporte público (bus, tranvía y metro) que permite dar continuidad a la Diagonal convirtiéndola en una vía de uso exclusivo para los peatones. Además, el proyecto pretende recuperar parte de la antigua canalización de riego del siglo X “Reg Comtal” e incorporar un mirador elevado con vistas sobre el parque y la ciudad.
 

(Canòpia urbana por Agence Ter & Ana Coello. Imágen cortesía de los autores)

El proyecto de gran complejidad, se llevará a cabo en los próximos 4 años. Mientras tanto se están ejecutando una serie de usos provisionales que recogen algunas de las demandas vecinales y que incluyen, entre otros, una pérgola, aéreas deportivas, infantiles, un vivero de árboles o un mirador para poder seguir la evolución de las obras.
  
Una vez finalizadas las obras, tal vez se consiga, como quería Cerdà, desplazar el centro de gravedad de Barcelona un poco más al este, en cualquier caso lo que es seguro, es que con esta inversión la Plaza de las Glòries se convertirá en la pieza central del eje verde que unirá la Trinitat y el Parque de la Ciutadella, dejando atrás la Barcelona de las plazas duras de los años 80 para dar paso a una ciudad más verde que apuesta por la movilidad sostenible.

(Pérgola-Umbracle por Folch-Calderon-Sarsanedas Arquitectes. Foto: Adrià Goula)

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