The Architect: una distopía noruega

Ana María Álvarez
4. febrero 2024
Presentación de la serie The Architect. Cortesía: Viaplay

En el 2023, The Architect se convirtió en una serie imprescindible para muchos profesionales de la arquitectura en España. El programa nos sumerge en un Oslo del futuro, en el que la arquitectura y la tecnología se entrelazan en una mezcla fascinante. La protagonista, una arquitecta valiente, termina viviendo en un inusual refugio subterráneo después de enfrentarse al implacable mercado inmobiliario. Además, en la misma oficina donde busca su éxito, se cruza con su exnovio, ahora un arquitecto estrella en ciernes. 

Tuvimos la oportunidad de charlar con sus creadores, Nora Landsrød y Kristian Kilde, sobre los desafíos reales que enfrentan los arquitectos y los jóvenes, desde la escasez de vivienda hasta las oportunidades inesperadas. Intentamos explorar las capas profundas de la sociedad actual y el mercado inmobiliario, más allá de la propia serie.

¿Tienen un arquitecto en sus vidas? Llama la atención que se conozcan los entresijos de la profesión de arquitecto.

Gracias por pensar que sabemos al respecto. Creo que conseguimos leer lo suficiente como para sentir que entramos en esa profesión de la manera que queríamos. Me alegra oír que los arquitectos han aceptado la historia y se identifican con algunos de los problemas que esbozamos.

Realmente se trata de un interés personal de los dos, de entender cómo se desarrolla la ciudad y de cómo existen infinidad de partes móviles en ese sistema que hace que la ciudad sea lo que es. Los arquitectos son, por supuesto, una parte central de este proceso. Es muy interesante ver la dualidad de quienes están en esta profesión cuando buscan significar algo o tener algo que decir en ese proceso y, al mismo tiempo, realizar un trabajo con intereses comerciales. Cualquier trabajo está sujeto a esto, a gente con dinero, a intereses comerciales.

También tenemos amigos que son estudiantes de arquitectura. Nos hemos fijado en pequeñas cuestiones que comparten entre ellos como la manera de hacer el café o de vestir. Creamos el personaje desde un punto de vista observacional, así que nos sorprendió que los arquitectos se sintieran tan identificados. 

 

En la profesión se vive el sexismo, la discriminación económica, social y cultural. Además, por un lado queremos crear las cosas más bellas y mejores para el mundo, y al mismo tiempo solo queremos tener un lugar adecuado para vivir. No son temas que sean exclusivos de esta profesión.

Es bastante parecido a lo que sentimos como escritores porque, ya sabes, tienes esta visión de cómo va a salir aquello que escribiste, pero luego lo entregas a otra persona que es quien lo producirá. Imaginamos que un arquitecto diseña pero, en el camino para hacer realidad ese proyecto, aparecen materiales, constructores, técnicas… Es el apretón entre el interés comercial y la expresión artística, un tema con lo que sentimos que podíamos relacionarnos.

Al escribir, también estamos haciendo planos para una película. Buscamos conceptualizar una realidad para, en el extremo más irreal, cambiar el mundo. Pero luego esa idea se limita por varias partes del proceso que la hacen, por supuesto, realista comercialmente y viable en un sentido empresarial, pero a veces mucho de la humanidad se pierde.

The Architect. Cortería: Viaplay

El problema de la vivienda, en el mercado inmobiliario, es global. En Barcelona, por supuesto, es un gran problema. ¿Habéis investigado al respecto? ¿Se trata de una experiencia personal también?

Definitivamente. La idea de una vivienda en un estacionamiento fue nuestra [de Nora]. Estaba en la búsqueda de un lugar para vivir, de compra o alquiler, y mientras buscaba me di cuenta de que lo único que me podía permitir era una plaza de estacionamiento. 

Es una frustración de los jóvenes y es global. Estamos en una etapa extraña en nuestra economía global, con gran cantidad de movimientos en las redes sociales en Noruega sobre viviendas miserables. Sabemos, personalmente, lo difícil que es ser una persona joven tratando de tener un buen lugar para vivir en una gran ciudad. 

Encontramos proyectos de dormitorios para estudiantes con luz solar artificial que se están desarrollando en Estados Unidos, y vimos que grandes promotores noruegos estaban pensando en copiar la idea. Nos sorprendió desagradablemente y nos pareció una realidad distópica que, realmente, ya está en curso.

Hoy en día, es muy difícil ser positivo y optimista sobre el mercado de la vivienda y, en general, de toda la economía. En Noruega, definitivamente, se trata simplemente de que no se están construyendo suficientes viviendas y la sociedad no está satisfaciendo las necesidades de los ciudadanos, especialmente de los jóvenes. La frustración de no saber si tienes un lugar donde vivir y no tener ningún tipo de perspectiva en la que piense que podré tenerla, o que no tendrá moho ni una ducha en la cocina. La desesperación y la negatividad pueden desangrar toda tu perspectiva de la vida, por lo que es importante dar a los jóvenes una cierta esperanza o un cierto optimismo sobre el futuro que realmente pueden tener.

En Noruega, solo es factible comprar vivienda con la ayuda de los padres. Se ha convertido, además, en una distinción de clase, entre quienes tienen capacidad de comprar y quienes no.

 

La vivienda no es un activo, así que ese es el principal problema, es un derecho y necesitamos un lugar para vivir, pero eso es otro debate. No obstante, es un tema que se introduce en la serie porque la arquitecta quiere marcar la diferencia y salvar el mundo, pero también quiere dinero para vivir a su manera. 

Ese es justo el aprieto en el que se encuentran los jóvenes hoy en día: ¿quieres salvar el mundo o quieres salvarte a ti mismo? Porque ser un idealista en este tipo de economía de mercado a menudo es muy caro y se asume el coste de vivir una vida privilegiada cuando tiras tus ideales por la borda.

The Architect. Cortesía: Viaplay
The Architect. Cortesía: Viaplay

En una palabra, ¿cuál podría ser el tema principal de la serie?

En nuestro proceso de escritura, una frase guió nuestras decisiones creativas: la amistad es el capital más importante. Realmente es tan simple como parece. Es desde donde elige nuestro personaje principal. ¿Quieres salvarte o hundirte con el barco con tus padres? ¿Quieres estar solo en un apartamento o juntos en un aparcamiento? 

En ese sentido, se podría decir que, en realidad, nuestra sociedad se ha individualizado: es responsabilidad de cada uno crecer como persona, ganar activos, tener un apartamento, tener un coche, tener pareja e hijos… Es una parte del crecimiento natural, pero la presión siempre está ahí. El mercado no está proporcionando las oportunidades para lograr realmente esas cosas.

Así que se ha hablado de pesimismo entre nuestra generación, algo que hay que tomarse muy en serio: la presión está aumentando, pero la oportunidad de hacer que tu vida sea aceptable dentro de la sociedad es cada vez más difícil. En Noruega, hay presión hacia los jóvenes por comprar un apartamento lo antes posible, con la idea de que es muy beneficioso para su economía personal, una gran inversión y una inversión segura. A los 20 años, deberías comprar una vivienda; eres un fracasado si todavía estás alquilando a los 40. Sobre esa presión hemos hecho una sátira.

La vivienda propia, de compra, es una tradición en Noruega. Así que se trata de una diferencia social entre las personas que alquilan y las personas que tienen una, dos, tres casas y han invertido fuertemente en este mercado. Cualquier movimiento político significa entrar en los precios del mercado de la vivienda que, por otro lado, afecta a otros que perderán dinero en sus inversiones. Si no aparecen nuevas soluciones o nuevos sistemas, seguiremos con los mismos efectos. De acuerdo, una vivienda no debería ser un activo, en realidad es un techo sobre tu cabeza, es un refugio, es un derecho humano, y no debe estar sujeto a lo que ocurra en el mercado.

The Architect. Cortesía: Viaplay
The Architect. Cortesía: Viaplay

Y ahora, ¿qué sigue? 

Estamos trabajando en una película, pero la industria del cine y la televisión también es un mercado difícil, así que ya veremos qué pasa. Seguimos trabajando juntos en nuevos proyectos e intentando que algo suceda.

 

El tema sobre la arquitectura y el mercado inmobiliario, ¿está cerrado?

Sí, por ahora sí. Actualmente no estamos trabajando en más material sobre el mercado de la vivienda. Pero es importante mencionar que no esperábamos que esta sátira, que este punto de vista, resonara tan ampliamente.

El hecho de que realmente haya sido así es muy inspirador. Si tenemos la oportunidad de hacer algo en ese espacio y conseguir la misma libertad que nos dio la productora en este proyecto, sin duda intentaremos hacerlo. 

The Architect. Cortesía: Viaplay

[Para ver la serie, echa un vistazo aquí]

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