BAAS Arquitectura, bloque de viviendas en el 22@
Se han entregado las 68 viviendas de protección oficial firmadas por BAAS Arquitectura en el distrito tecnológico de Barcelona. El proyecto, iniciado en 2006, ha sobrevivido a los años de la crisis y ve la luz ahora, tras dos años de obras.
El bloque diseñado por el estudio de Jordi Badia se inserta en el interior del patio de manzana buscando su lugar como quien entra en una habitación ya ocupada y, para no molestar, retrae los codos, se quita la chaqueta y deja su bolso en el suelo entre los pies.
Ubicado en un emplazamiento un poco extraño, en el centro de la manzana, sin acceso directo a la calle, el edificio tiene que adaptarse al volumen preestablecido por el planeamiento – una parte de 6 plantas y otra de 11 – y a la normativa de VPO, cosa que no deja mucho margen para extravagancias compositivas.
No por eso renuncia a la arquitectura. Lejos de querer expresar el espíritu del tiempo tal como buscan los cercanos edificios tecnológicos que pueblan el distrito, el bloque parece más bien querer resonar con el pasado novecentista industrial del barrio. El ladrillo oscuro y el utilizo de ventanas en longueur que ocupan por completo las fachadas longitudinales le confieren un aire propio de cierta arquitectura nórdica y anglosajona.
La distribución en planta de las viviendas es muy clara. Las 68 unidades de 70m2 están organizadas en tres franjas longitudinales, en el centro el núcleo de servicios y de comunicación vertical y horizontal y a los dos lados los espacios habitables que disfrutan de la generosa superficie acristalada de las ventanas en longueur que se convierten en balconeras coincidiendo con los salones de las viviendas, denunciando en fachada la organización de la planta.
La arquitectura se articula con pequeños gestos: el aplastamiento de las esquinas que contraen el edificio para su discreta inserción en el espacio que se le ha concedido y que recogen las alturas de los edificios del entorno; el sutil cambio de altura de los antepechos de las ventanas que dejan lugar a un pasamanos dorado que termina en las balconeras también doradas, en contraposición con las ventanas grises; el volumen roto y acristalado de la planta baja que quiere dejar permeable el apoyo en el suelo del edificio y su relación con el parque de manzana y sus recorridos peatonales.
Jefes de equipo: Alba Azuara (DO), Victoria Llinares
Cliente: Institut Municipal de l’Habitatge i Rehabilitació, Ajuntament de Barcelona
Arquitecto técnico: Salvador Arisa
Constructora: SACYR
Fecha de proyecto: 2006
Fecha de construcción: 2019
Superfíce: 10.104 m2