El VHIR de BAAS Arquitectura y Espinet/Ubach gana el Premio FAD de Arquitectura 2025
En una ceremonia celebrada en el Teatre Lliure de Montjuïc, se dieron a conocer los proyectos galardonados de este año que no solo destacan por su rigor técnico, sino también por su sensibilidad hacia el contexto urbano, social y medioambiental, reflejo de una disciplina que sigue interrogando sus propios límites.
El proyecto del VHIR Vall d’Hebron Institut de Recerca, en Barcelona, firmado por Jordi Badia, Miquel Espinet y Jero Gutiérrez (BAAS Arquitectura y Espinet/Ubach), ha sido distinguido con el Premio FAD de Arquitectura 2025. El jurado, presidido por la arquitecta Sara de Giles e integrado por Andrea Arriola Fiol, Miquel Batlle, Nuno Melo Sousa, Modest Mor i París y Alicia Núñez, destacó la “gran calidad” de la obra, así como su “elegancia y precisión” constructiva.
Con más de 17.000 m², el edificio se inserta en una topografía compleja mediante una estrategia respetuosa con el paisaje urbano, logrando integrar un equipamiento de gran escala sin alterar la trama existente. El jurado valoró especialmente su capacidad para “generar ciudad”: creando nuevos recorridos peatonales, transformando la idea tradicional de edificio docente y de investigación, y abriendo su cubierta como espacio público accesible.
En la categoría de Interiorismo, el jurado premió La Nave, un proyecto de Atienza Maure Arquitectos que convierte una antigua fábrica de Barcelona en oficinas y vivienda. El reconocimiento subraya la eficacia de un sistema constructivo prefabricado, desarrollado con ingenio para responder a las limitaciones del encargo, y el equilibrio logrado entre la dimensión técnica y la experiencia sensorial del espacio. Entre lo técnico y lo hedonista.
El resultado es un entorno híbrido, flexible y luminoso, que reinterpreta la arquitectura industrial con sensibilidad contemporánea. En palabras del jurado, la propuesta se alinea con “el contexto actual de escasez de vivienda y la necesidad de reconfigurar el uso de los espacios existentes”.
El premio en la categoría de Ciudad y Paisaje fue para la remodelación urbana de la Plaça de Riells, obra del estudio Comas-Pont Arquitectes. El proyecto actúa sobre una plaza en Bigues i Riells del Fai (Barcelona), redescubriendo lo oculto en el rescate de parte del núcleo antiguo en diálogo con el paisaje natural del entorno.
Uno de los aspectos más valorados fue el descubrimiento y recuperación de un pozo histórico oculto, que permitió redefinir la geometría del pavimento y conducir las aguas pluviales. La intervención combina memoria y sostenibilidad en una actuación precisa y contenida.
Seasonal House: A domestic climate driven experiment, de TAKK (Mireia Luzárraga y Alejandro Muiño), ha sido el proyecto galardonado en la categoría de Intervenciones Efímeras. Esta propuesta, sin fecha de finalización, nace del intento de transformar una nave industrial de 400 m² en una vivienda, reconociendo la imposibilidad de climatizarla de manera convencional.
El jurado elogió la radicalidad de una “vivienda deconstruida” en microespacios autoconstruidos, que permiten al habitante adaptarse como un “nómada climático” a las condiciones del entorno. Un experimento doméstico que cuestiona las normas establecidas de confort y permanencia.
La exposición 100 objetos de IKEA que nos hubiese gustado tener en VINÇON, comisariada por el DHub y diseñada por el colectivo MAIO, recibió una mención especial. La propuesta establece un diálogo entre dos modelos económicos —autoral y estandarizado— mediante un montaje expositivo en dos ámbitos diferenciados. En uno, estructuras metálicas construyen soportes que valoran el proceso más allá de la forma; en el otro, cien objetos de IKEA cuelgan de una pared, despojados de su función, expuestos como piezas de contemplación.
El Premio Re-FAD, que reconoce buenas prácticas en rehabilitación y sostenibilidad, fue otorgado a la Rehabilitación del Vapor Cortès. Prodis 1923, en Terrassa, una intervención de HARQUITECTES. El antiguo complejo industrial ha sido transformado en un equipamiento funcional y abierto, mediante un juego compositivo con cajas de madera que organizan el programa y dialogan con la estructura original.
La intervención destaca por su sensibilidad, reutilización de elementos preexistentes y compromiso con la economía circular, alineándose con los objetivos de la Agenda 2030.
En el ámbito internacional, el galardón para el Premio FAD Internacional recayó sobre Craquelures dans le réel, una intervención paisajística situada en Lausana (Suiza) y desarrollada en el marco del festival Lausanne Jardins 2024. Firmado por un equipo interdisciplinar —Gonzalo Peña Sancho, Ilse Cardenas, Diego Escamilla, Fujan Fahmi, Lucia Espinosa de los Monteros y Federico Lepre—, el proyecto propone una ocupación mínima y poética de un aparcamiento urbano: pavimentos rasgados, vegetación espontánea, sistemas de riego improvisados y una iluminación rudimentaria construyen un espacio público informal y cargado de significado.
El jurado, presidido por el arquitecto Smiljan Radić, destacó la potencia conceptual de esta “estrategia de lo frágil”, evocando referencias como Matta-Clark o Gilles Clément, y celebrando su cualidad de “bien de nadie”.
El Premio FAD de Pensamiento y Crítica, que celebra su 20ª edición, ha sido concedido ex aequo a dos publicaciones que abordan desde ángulos distintos la historia y el presente de la arquitectura.
“Mies van der Rohe. Textos completos, 1922-1969”, editado por Puente editores, reúne por primera vez todos los escritos del arquitecto alemán. El jurado valoró su aportación historiográfica, la calidad de la traducción y la oportunidad de revisar críticamente una figura central del Movimiento Moderno.
Por otro lado, “Aprender a Desaprender”, editado por Paulo Moreira y con contribuciones de autores como Ibiye Camp, Cartografia Negra o Gabriela Leandro Pereira, propone una reflexión sobre el papel de la arquitectura en los procesos de colonización y colonialidad. La publicación se estructura como un compendio de miradas múltiples, nacidas en el seno del Instituto fundado por Moreira en Oporto.
Como es tradición, también se otorgaron los Premios de la Opinión, elegidos por votación de los socios de ARQUIN-FAD y el público general. Este año, los galardones fueron para:
- Arquitectura: VHIR Vall d’Hebron Institut de Recerca
- Interiorismo: Casa Olatz
- Ciudad y Paisaje: Pati Interior Públic
- Intervenciones efímeras: 100 objetos de IKEA que nos hubiese gustado tener en VINÇON
- Internacional: Refugi d’aus i mamífers i dipòsit d’aigua
Por su parte, el Premio Habitàcola, dirigido a estudiantes de arquitectura e interiorismo, premió el proyecto Simfonia de fragments, de Laura Izaguirre Forné y Helena-Selma Mora Undurraga (BAU). Además, se otorgó una mención especial al proyecto Vestida, de Laia Baqués Setó, Pere Sabaté Marcet y Ouxiang Zhang (ETSAB)