Philippe Starck reinventa la tradición oleica en LA Almazara
Foto: cortesía de LA Organic
En la comarca malagueña de la Serranía de Ronda, Philippe Starck ha diseñado una singular y surrealista almazara que fusiona tradición, arte y arquitectura, en homenaje al aceite de oliva y la cultura local. Un cubo de hormigón rojo intenso como la tierra típica del paisaje sobre el que destaca, representa “la cristalización de las pasiones españolas”, según señala el arquitecto francés.
El cubo – o el toro, tal como lo llama Philippe Stark – luce impreso en el hormigón de una de sus fachadas un ojo gigante humeante, referencia a las obras de Pablo Picasso, rindiendo tributo a la tradición artística malagueña. Sobre la estructura, un cuerno de toro de acero corten, de más de tres pisos de altura, se erige como símbolo de la fuerza y la cultura taurina andaluza, reflejando la intensidad y el arraigo de la tradición local. Completa el simbolismo taurino al exterior la terraza mirador en voladizo que ejerce de boca del animal. Una enorme aceituna, en el mismo material del cuerno, rinde homenaje al fruto del olivo que permite la producción del aceite de oliva virgen extra (AOVE), un producto que el arquitecto francés considera “sagrado”.
Foto: ©Alfonso Quiroga
La colaboración entre Philippe Starck y la sociedad La Almazara empezó hace más de diez años gracias a Pedro Gómez de Baeza, financiero español que fue presidente de la sociedad hasta su fallecimiento el pasado verano, y al empresario Santiago Muguiro que, tras una visita a las bodegas Marqués de Riscal diseñadas por Frank Gehry, pensaron que el mismo modelo desarrollado en Álava con el vino se pudiera aplicar también al aceite. Y para llevar a cabo esta operación escogieron al arquitecto francés que era el encargado del diseño de los envases de los aceites y que aceptó con grande entusiasmo el reto, ya que, tal como él mismo cuenta, “Agua, sal y aceite de oliva. Eso es lo necesario para sobrevivir”.
El resultado es una obra de arte habitable, donde cada detalle ha sido pensado para ser funcional y visualmente impactante. Starck describe el edificio como “tanto una herramienta, un molino, como un símbolo monumental, un museo”. “Es más arte, más escultura que arquitectura. Algo de otro mundo”, añade.
Foto: ©Alfonso Quiroga
El interior ofrece un recorrido multisensorial que sumerge a los visitantes en la cultura del aceite de oliva y el arte. En la primera planta, un museo dedicado al AOVE, curado por el arquitecto Juan Pablo Rodríguez Frade, explora la historia y el valor cultural del aceite. Las salas de exposición albergan piezas inspiradas en figuras históricas y culturales de Andalucía, destacando elementos que reflejan el pasado español. Entre las piezas más notables se encuentran una espada de torero de gran tamaño y retratos de figuras locales como Abbas Ibn Firnas, inventor de máquinas voladoras, y Don Pedro de Barberana, inmortalizado por Velázquez. Otro punto de interés es la recreación de la máquina voladora de Ibn Firnas, una de las primeras de su tipo, acompañada de una pintura monumental de Francisco de Goya, que aporta intensidad y profundidad visual al espacio.
Foto: ©Alfonso Quiroga
La contribución de Ara Starck, hija del arquitecto, añade un toque poético al proyecto. Su intervención artística en el techo de LA Almazara evoca una “mirada divertida” y “una sonrisa apaciguada”, flotando sobre el “oro líquido” del aceite de oliva, dando vida a un espacio enigmático y lleno de simbolismo.