archikubik

El proyecto consta de 2 parcelas con un edificio plurifamiliar de viviendas en cada uno y con una franja de casas adosadas revisitadas en uno de ellos, todos en medio del paisaje creado por los eco-conectores de la ZAC Rouget-de-Lisle.
El paisaje forma un envolvente de vida alrededor de los edificios cuyos ángulos se han redondeado en conexión con esta naturaleza. El primer edificio está completamente revestido en madera multicolor y el otro es blanco, brillante como una roca de cuarzo, con patrones naturales serigrafiados en los balcones.
Las circulaciones horizontales son tratadas como agradables «senderos de vida», con iluminación natural, y las cubiertas son espacios de encuentro acondicionados, con una sala con cocina y un huerto con jardineras a su alrededor.
Un jardín cromático al sur envuelve las casas adosadas donde una escultura de Julien Berthier ha encontrado su lugar, creando una atmósfera sobria y viva al mismo tiempo.